martes, 19 de abril de 2011

La Diabetes Tipo 2 y la Apnea del Sueño







El tratamiento de estas condiciones relacionadas muy de cerca requiere nuevas prácticas clínicas para reducir el coste sanitario personal y público




SAN FRANCISCO, EEUU y BRUSELAS, Bélgica, 7 de junio, 2008 – El Grupo de Trabajo de la Federación Internacional de Diabetes (FID) en Epidemiología y Prevención ha alertado hoy sobre recientes investigaciones que demuestran que la diabetes tipo 2 y el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) están relacionados muy de cerca, y ambos trastornos tienen implicaciones importantes en la salud pública y los individuos.




Estas son las conclusiones de una reunión de expertos sobre la diabetes y el sueño que examinaron el impacto del SAOS sin tratar, el trastorno respiratorio del sueño más común. El comunicado oficial de la FID se hizo público en una presentación durante la 68ª Sesión Científica Anual de la Asociación Americana de Diabetes (ADA) y en el artículo publicado en Diabetes Research and Clinical Practice1.


"Mientras que la diabetes es reconocida como una epidemia mundial seria, las graves consecuencias de una apnea del sueño sin tratar, especialmente en las personas con diabetes, no lo es. Los procuradores de políticas sanitarias y el público general deben conocer el vínculo existente entre la diabetes tipo 2 y la apnea del sueño para que podamos comenzar a afrontar la significativa carga económica y las debilitadoras consecuencias sanitarias para los individuos y la comunidad," dijo el Profesor Paul Zimmet, Director Fundador del Instituto Internacional de Diabetes en Melbourne, Australia y Copresidente del Grupo de Trabajo de la FID en Epidemiología y Prevención. "El comunicado de hoy es una llamada urgente a la comunidad médica para tomar medidas. Es imperativo que entandamos mejor la relación existente entre la diabetes tipo 2 y la apnea del sueño a través de la investigación y que establezcamos criterios de atención para controlar la diabetes y otra condiciones clínicas tales como la apnea del sueño."


Estudios recientes muestran que SAOS es común entre las personas con diabetes: las estimaciones sugieren que hasta un 40% de personas con SAOS tienen diabetes2,3. No obstante, investigación adicional es necesaria para poder reforzar la evidencia base entre la diabetes y SAOS.

Además, ambos trastornos tienen grandes implicaciones económicas. Mientras que solamente el coste anual de la diabetes en EEUU es de 170 billones USD4, y de almenos 16 billones, 15 billones y 6 billones ID (Dólares internacionales) en Japón, China y India respectivamente5, se estima que los costes médicos anuales de SAOS son más difíciles de establecer.


El Profesor Sir George Alberti, Copresidente del grupo de trabajo y ex Presidente de la FID dijo que mientras los mecanismos vinculando SAOS con la diabetes no están totalmente entendidos, no se pueden ignorar las consecuencias para ambos trastornos. Se ha mostrado que la prevalencia de ECV aumenta progresivamente con el aumento severo de SAOS y que las personas con diabetes y/o SAOS se enfrentan a serios problemas cardiovasculares y muerte temprana. Un SAOS no diagnosticado puede interferir con el tratamiento vital de la diabetes. Es por ello que la FID recomienda encarecidamente que los profesionales sanitarios trabajando con la diabetes tipo 2 y los trastornos del sueño sean educados sobre el vínculo existente entre ambos trastornos, y anima a adoptar criterios clínicos para asegurar que las personas con una de las condiciones sean consideradas para la otra.


El comunicado del Grupo de Trabajo de la FID en Epidemiología y Prevención incluye recomendaciones para exploraciones, tratamiento y más investigación. Mientras que las personas con SAOS deben ser regularmente examinadas para enfermedad metabólica y diabetes tipo 2, ya que las pruebas no son caras y son fáciles de realizar, las personas con diabetes tipo 2 deberán ser examinadas para SAOS particularmente cuando presentan síntomas clásicos tales como apneas testificadas, fuertes ronquidos o somnolencia durante el día y bajo rendimiento en el trabajo.


Las recomendaciones en el tratamiento de SAOS incluyen una reducción de peso en personas obesas, reducción del consumo de alcohol y tratamiento CPAP y Dispositivos de Avance Mandibular. Aunque es necesario proseguir la investigación, el tratamiento de SAOS puede mejorar el control de la glucemia y por seguro beneficiará a las personas mejorando su calidad de vida, la presión sanguínea y el riesgo de enfermedad cardiovascular.





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